La iluminación directa con paralelepípedo es la técnica de iluminación básica para la observación de la córnea con lámpara de hendidura. Mediante esta técnica podemos detectar diferentes condiciones oculares que disminuyen la transparencia corneal. También es útil para la observación y detección de alteraciones del cristalino.

Durante el barrido corneal con paralelepípedo, podemos utilizar otras técnicas de iluminación simultáneamente (iluminación indirecta, retroiluminación, etc.). Para ello es necesario dirigir la atención a posiciones laterales y realizar pequeños. ajustes de enfoque.

 

¿Cómo se realiza la iluminación directa con paralelepípedo?
El brazo del sistema de iluminación se sitúa en el lado de la parte de la córnea que vamos a observar (lado nasal para córnea nasal). La anchura del haz se aumenta hasta igualar aproximadamente la profundidad aparente de la córnea. De esta forma construimos un paralelepípedo en la córnea en el que se aprecian fácilmente sus tres dimensiones, con el epitelio en la superficie anterior y el endotelio en la superficie posterior. (FIGURA 3). El ángulo es variable entre 30º y 60º. La magnificación también se puede variar entre 10x y 40x. Se utiliza intensidad media-alta.


FIGURA 3. Iluminación directa con paralelepípedo.

 

¿Para qué sirve la iluminación directa con paralelepípedo?
Esta técnica de iluminación permite detectar cualquier condición que altere la transparencia de córnea y/o cristalino. Por ejemplo, es útil para observar erosiones epiteliales superficiales, infiltrados corneales, cicatrices (leucomas), estrías de Vogt en queratoconos, alteraciones de la membrada basal y otras distrofias corneales, pigmento endotelial y cataratas corticales. También podemos observar depósitos en la superficie de las lentes de contacto y residuos mucosos atrapados bajo las mismas.


Foto 1. Paralelepípedo corneal.  El haz de luz es dirigido y enfocado sobre la córnea. La luz forma un paralelepípedo curvado al atravesar la lente corneal. En la imagen se observan algunos nervios corneales que atraviesan el paralelepípedo por el estroma corneal.

Foto 2. Pigmento endotelial. Enfocando la cara posterior de la córnea se observan restos celulares pigmentados, de color marrón, adheridos al endotelio corneal.

Foto 3. Catarata congénita anterior. Opacidades dispersas situadas en la corteza anterior del cristalino. Nótese muy desenfocado el paralelepípedo corneal y la cara posterior del cristalino.

 

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Referencias bibliográficas

González-Cavada J. Atlas de lámpara de hendidura y lentes de contacto. Madrid: Imagen y Comunicación Multimedia; 2015.